Los cachorros y los gatitos que se crían juntos suelen llevarse muy bien. Incluso los perros y gatos que se conocen más tarde pueden aprender a convivir si se les presenta adecuadamente. Pero, entre estas dos especies, hay una pega común: a los perros les gusta perseguir a los gatos.
¿Por qué los cachorros persiguen a los gatos?
La mayoría de los perros se sienten obligados a perseguir gatos a menos que se les disuada mediante adiestramiento. Las razas de pastoreo y los terriers son especialmente propensos a perseguir porque para eso han sido criados. Los movimientos rápidos, como el de un gato que huye, despiertan su instinto depredador innato de perseguir. Los gatos, cuando son perseguidos, se alejan corriendo y perpetúan el problema. Afortunadamente, a la mayoría de los cachorros se les puede enseñar a respetar a los gatos, y las dos especies pueden aprender a coexistir en paz.
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Técnica del bozal
En casos graves, cuando realmente teme que el pelo vuele, un bozal para su cachorro puede ser la mejor opción para la seguridad inmediata de su gato. Un bozal de cesta es una buena opción para mantener seguro al gato cerca de un cachorro persistentemente agresivo o alborotador.
Estos pasos le ayudarán a enseñar a su cachorro a aceptar el bozal:
- Muéstrele el bozal al cachorro. Deje que olisquee el bozal para que se convierta en un objeto familiar.
- Sujete el bozal cesta como si fuera un cuenco.
- Ponga dentro una golosina favorita y enséñesela al cachorro.
- Sujete el bozal para que el cachorro meta la nariz dentro para coger la golosina.
- Ofrezca repetidamente la golosina desde el bozal entre 10 y 15 veces.
- Por último, abróchele el bozal y recompense al cachorro con una golosina. A continuación, quítele el bozal rápidamente.
- Espere un par de horas y repita la operación. Esta vez, deje el bozal puesto más tiempo y recompénselo a menudo.
- Con el cachorro amordazado, permítale deambular con el gato. Puede que siga persiguiendo y que el gato se esconda, pero al menos no hay riesgo de mordiscos.
Para los perros que salivan a la vista del gato, asegúrese de llevar el bozal siempre que no pueda supervisar a la pareja.
Advertencia
Un cachorro más grande puede causar un traumatismo importante a un gato, incluso sin morder. Algunos cachorros pueden necesitar ser encajonados o mantenidos en una zona separada siempre que no puedan ser supervisados directamente.
Técnica de transporte
La mayoría de los cachorros no pretenden hacer daño a un gato; simplemente no pueden resistirse al atractivo de la persecución. Una forma de eliminar la tentación de un gato que huye es mantenerlo en un lugar mediante la técnica del transportín. Este método sólo debe utilizarse si su gato es confiado y no se estresará indebidamente. Los gatos tímidos no deben someterse a esta situación.
- Coloque a su minino en un transportín protector mientras el cachorro está en otra habitación. Proporciónele un juguete o una golosina si eso ayuda a mantener al gato tranquilo.
- Lleve al cachorro a la habitación con la correa, ofreciéndole un flujo constante de golosinas para mantenerlo concentrado en usted. Deténgase a unos metros del transportín.
- Si su cachorro conoce (o está aprendiendo) órdenes de obediencia, pídale que se siente o se quede quieto. Recompénselo con golosinas por obedecer.
- Permita que el cachorro mire al gato, pero ofrézcale golosinas por volver a sentarse tranquilamente o por apartar la mirada del gato. La idea es enseñar a su cachorro que será recompensado por comportarse con calma o por ignorar al gato en lugar de por molestarlo.
Técnica de la galleta-gato
La técnica de la galleta-gato funciona más rápidamente. Al igual que Pavlov condicionó a los perros a salivar cuando oían una campana, puede enseñar a su cachorro a responder a la presencia del gato de forma que le resulte imposible iniciar la persecución.
- Garantice la seguridad del gato manteniendo a su perro bajo el control de la correa para evitar que se produzca el acoso. La mayoría de los cachorros prefieren la persecución del gato a cualquier otra recompensa, así que no permita que su cachorro inicie este hábito.
- No encierre al gato. Permítale moverse a su antojo mientras ofrece golosinas al cachorro para mantener su atención en usted.
- Cada vez que el gato se mueva o atraiga la atención del cachorro, dele una golosina. Puede emparejar esto con el «clic» de un clicker si también está adiestrando a su cachorro con el clicker.
- Sea constante. Ofrezca esta recompensa «golosina-clic» cada vez que su gato esté presente, tanto si su cachorro está tranquilo, excitado, mira al gato, ladra o gimotea. La ecuación debería ser: la presencia de un gato equivale a una golosina para el perro.
- Utilice la correa para mantener a su cachorro fuera del alcance de los arañazos del gato, pero no tire de ella para llamar su atención. Usted quiere que el cachorro elija mirarle para obtener una golosina, no que le obligue a hacerlo.
- Siga reforzando este comportamiento durante al menos una semana o más. Con constancia, su cachorro aprenderá que, cuando vea al gato, debe mirarle a usted para recibir una golosina. Perseguirlo ni siquiera será una consideración.
Consejos para seguir adelante
Después de completar una o más técnicas de adiestramiento con su cachorro, estará ansioso por ver lo bien que se comporta cuando se enfrenta al gato. Sin embargo, no se precipite en este proceso.
Tenga la correa a mano
Mantenga a su cachorro con correa cuando ambos estén en presencia del gato, de modo que sea imposible perseguirlo (es más eficaz prevenir este comportamiento que reñirle después). Si observa signos de que el cachorro vuelve al impulso de persecución, reinicie su método de adiestramiento desde el principio. Puede que su cachorro sólo necesite el refuerzo de unas cuantas sesiones más para inculcarle el comportamiento deseado.
Experimente con la interacción
Una vez que su cachorro haya aprendido sus límites, pruebe algunas sesiones sin correa con el gato. Asegúrese siempre de que su amigo felino dispone de muchos escondites, preferiblemente fuera del alcance del cachorro. Sea diligente a la hora de evitar persecuciones o ladridos. Con el tiempo, tanto el cachorro como el gato pueden aprender a aceptarse y respetarse mutuamente, e incluso puede que se conviertan en amigos peludos.
Separados mientras no estén supervisados
Asegúrese de que su cachorro no tiene oportunidad de perseguir a su gato, sobre todo si ambos están sin supervisión. Aclimatar a su cachorro a una perrera o transportín es un medio eficaz de separación que permite a su gato permanecer libre en su territorio. Algunos perros nunca llegan a confiar plenamente en un gato a menos que su dueño esté cerca, pero otros aprenden a ser amables con el gato y pueden quedarse solos con su compañero felino sin preocupaciones.
