Hernias en perros

Una hernia es una afección grave para un perro porque significa que parte de un órgano o tejido sobresale a través de la pared de una cavidad. Una hernia puede obstruir algunas de las funciones corporales de su perro, provocando problemas gastrointestinales, digestivos o respiratorios según el tipo y la localización de la hernia. Existen diferentes tipos de hernias que puede tener un perro, que afectan a distintas partes del cuerpo y varían en gravedad.

¿Qué es una hernia?

Una hernia se produce cuando órganos, grasa u otros tejidos sobresalen a través de un orificio o desgarro en la pared muscular del abdomen u otra cavidad. El tejido afectado puede quedar atrapado en la protuberancia, cortando el riego sanguíneo y provocando inflamación, infección y deterioro de las funciones corporales.

Síntomas de las hernias en los perros

Si nota alguno de los signos siguientes, es importante que se ponga en contacto con su veterinario de inmediato. Estos síntomas pueden considerarse una situación de emergencia para su perro porque pueden estar afectando al funcionamiento del organismo de su mascota. El tipo y la localización de la hernia que pueda tener su perro pueden determinar el tipo de síntomas que experimente su mascota.

Síntomas

  • Bulto en el abdomen o en la zona anal
  • Dificultad para respirar
  • Problemas digestivos y/o gastrointestinales
  • Letargo

Bulto en el abdomen o en la zona anal

Encontrar un bulto en el abdomen o en la zona anal puede indicar un tipo específico de hernia. El bulto que sobresale puede estar hinchado, sentirse caliente o ser doloroso al tacto.

Dificultad para respirar

La localización de una hernia puede dificultar la respiración de su perro. Se trata de un síntoma grave que nunca debe ignorarse.

Problemas digestivos/gastrointestinales

Dependiendo de la localización y el tipo de hernia, su perro puede experimentar problemas digestivos y gastrointestinales, como dificultad para tragar, vómitos, estreñimiento o incontinencia.

Letargo

El letargo es un síntoma inespecífico, pero no debe ignorarse. Si un perro tiene una hernia, ésta puede ser dolorosa, lo que puede dificultar los movimientos de su mascota. O la hernia podría estar obstruyendo la absorción adecuada de alimentos y nutrientes, lo que puede dejar al perro con menos energía para las actividades cotidianas.

¿Qué causa las hernias en los perros?

Un perro puede tener una hernia de dos formas: es congénita o se desarrolla a causa de una lesión en la zona. Por ejemplo, una hernia umbilical se considera un defecto congénito, pero una hernia diafragmática puede ser congénita o producirse si la zona del diafragma sufre un traumatismo y se desgarra. Algunas perras preñadas pueden adquirir ciertos tipos de hernias, como las inguinales.1

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Tipos de hernias en perros

En los perros pueden producirse varios tipos de hernias, cada una con distintos niveles de gravedad. Cada tipo afecta a una parte distinta del cuerpo, y los síntomas pueden variar considerablemente.

Hernia diafragmática

El diafragma es el músculo que separa el tórax y el abdomen. Cumple una función importante para la respiración. Una hernia diafragmática se produce cuando uno o más órganos abdominales empujan a través de un orificio o desgarro en el diafragma. Puede tratarse de un tipo de hernia muy grave por su efecto sobre los pulmones y, en ocasiones, el corazón.

Los perros con hernias diafragmáticas pueden experimentar problemas respiratorios, gastrointestinales o de funcionamiento de los órganos. Una hernia diafragmática no puede verse desde el exterior del cuerpo. Algunos perros no mostrarán signos de hernia diafragmática, sobre todo al principio. De hecho, algunas hernias diafragmáticas se descubren en radiografías (rayos X) rutinarias.

Las hernias diafragmáticas pueden ser congénitas (presentes al nacer). También pueden estar causadas por un traumatismo, como ser atropellado por un coche. La cirugía es el único tratamiento para este tipo de hernias.

Hernia de hiato

La hernia de hiato es otro tipo de hernia diafragmática. Se produce en el diafragma, donde el esófago se une al estómago, y puede afectar a la digestión.

Los perros con hernia de hiato pueden experimentar problemas para tragar, vómitos, regurgitación/reflujo ácido y salivación excesiva. Los signos pueden empeorar durante o después del ejercicio o cuando el perro se excita. Los perros con hernias de hiato tienen un mayor riesgo de desarrollar neumonía por aspiración.2

Las hernias de hiato leves pueden tratarse con medicación para controlar los síntomas. Las hernias de hiato de moderadas a graves pueden requerir reparación quirúrgica.

Hernia inguinal

Las hernias inguinales se producen en los músculos de la pared abdominal, en la zona de la ingle. Partes de la vejiga o del útero pueden sobresalir a través de los músculos inguinales de la parte inferior del abdomen, cerca de la cara interna de los muslos. Las hernias inguinales también pueden afectar al escroto, pero este tipo de hernia es poco frecuente en los perros macho.

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Una hernia inguinal suele aparecer como uno o dos bultos en la parte inferior del abdomen o entre los muslos del perro. Este bulto puede o no molestar al perro al principio. Sin embargo, algunas hernias inguinales son calientes al tacto y dolorosas para el perro.

Las hernias inguinales pueden ser congénitas o adquiridas. Si está presente al nacer, la hernia puede resolverse por sí sola. La forma adquirida suele estar causada por un traumatismo, el embarazo o incluso la obesidad. La cirugía es necesaria para reparar una hernia inguinal persistente.

Hernia perineal

Una hernia perineal se produce debido a un debilitamiento del diafragma pélvico, una pared muscular de la parte inferior del abdomen que separa el recto de los órganos abdominales. Este tipo de hernia puede provocar estreñimiento, dificultad para orinar o defecar, incontinencia urinaria, letargo y dolor. La protrusión puede verse como hinchazón o bultos a uno o ambos lados del ano del perro.

Se desconoce la causa exacta de las hernias perineales. Pueden observarse hernias perineales congénitas o hereditarias en los cachorros. Sin embargo, la mayoría de las hernias perineales se producen en perros mayores de cinco años y son más frecuentes en machos no castrados. La cirugía es la única opción de tratamiento para una hernia perineal.

Hernia umbilical

Las hernias umbilicales son los tipos más comunes de hernias en los perros. Este tipo de hernia se produce cuando hay un orificio en la pared abdominal cerca del ombligo (también conocido como ombligo) que no se cerró completamente durante el desarrollo fetal. La protuberancia es visible a simple vista en el centro del vientre del perro. Las hernias umbilicales pueden afectar sólo al tejido adiposo, pero también pueden afectar a los intestinos.

Las hernias umbilicales pequeñas no suelen tratarse a menos que el perro presente signos clínicos. Su veterinario puede recomendarle reparar la hernia umbilical leve o moderada de su cachorro durante la esterilización o castración rutinaria. Las hernias más grandes o las que causen complicaciones deberán repararse quirúrgicamente antes.

Cómo diagnostican los veterinarios las hernias en los perros

Su veterinario examinará a fondo a su perro para confirmar la existencia de una hernia. Según el tipo y la localización de la hernia que su veterinario sospeche que puede tener su perro, podrían recomendarle los siguientes tipos de pruebas:3

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Cómo tratar las hernias en perros

  • Palpación de la zona o de una hernia visiblemente saliente
  • Examen de la piel sobre la protuberancia
  • Radiografía/radiografía, posiblemente con contraste de bario si la digestión está afectada
  • Examen rectal si hay problemas gastrointestinales
  • Aspiración del líquido de la parte inflamada de una protuberancia, pero rara vez se sugiere

Según el tipo y la localización de la hernia, y la gravedad de los síntomas, existen varios tratamientos disponibles. Las hernias pueden tratarse con cirugía reparadora o con medicamentos para controlar los síntomas.

Las hernias pueden ser reducibles o no reducibles. Si una hernia es reducible, significa que la protuberancia puede volver a su sitio, normalmente mediante cirugía reparadora. Una hernia no reducible significa que los materiales de la hernia se han adherido parcialmente a la abertura y también requiere cirugía. También hay investigaciones que debaten la posibilidad de utilizar técnicas quirúrgicas laparoscópicas mínimamente invasivas para reparar ciertos tipos de hernias en perros.4

Hernias en perros

Pronóstico de los perros con hernias

La mayoría de los perros se recuperan bien de la cirugía y pueden llevar una vida normal, a menos que la hernia haya causado daños en los órganos. Cuanto antes pueda detectar y tratar su veterinario una hernia, mayores serán las posibilidades de una recuperación total.

Cómo prevenir las hernias

No hay nada que pueda prevenir una hernia congénita. Para prevenir una hernia adquirida a través de una lesión, ayuda asegurarse de que su perro se mantiene seguro tanto dentro como fuera de casa.

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  1. Prządka P, Liszka B, Skrzypczak P, et al. Herniorrafia percutánea asistida por laparoscopia en perros mediante la técnica PIRS. PLoS One. 2020;15(7):e0235899.

  2. Hernia Hiatal en Perros | VCA Animal Hospitals.

  3. Reparación de hernia diafragmática, inguinal y perineal (Procedimientos). DVM 360.

  4. Prządka P, Liszka B, Skrzypczak P, et al. Herniorrafia percutánea asistida por laparoscopia en perros mediante la técnica PIRS. PLoS One. 2020;15(7):e0235899.

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