La enfermedad de Legg-Calve-Perthes (LCPD) es un trastorno ortopédico poco común que puede darse en perros y humanos. Esta enfermedad congénita provoca la degeneración de la articulación de la cadera en perros jóvenes, principalmente de razas pequeñas. Los animales afectados por la enfermedad de Legg-Calve-Perthes necesitarán en última instancia un tratamiento quirúrgico para mantener el uso de la extremidad afectada.
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¿Qué es la enfermedad de Legg-Calve-Perthes?
La enfermedad de Legg-Calve-Perthes es una enfermedad degenerativa poco común de la articulación de la cadera que comienza con un aporte sanguíneo inadecuado a la cabeza del fémur. La cabeza del fémur es la parte «esférica» de la articulación de la cadera que se asienta en la pelvis y facilita el movimiento de la cadera y la extremidad posterior.
Sin el riego sanguíneo necesario, los tejidos óseos comienzan a desintegrarse, dejando la cabeza femoral deformada. El cartílago que antes actuaba como amortiguador entre la bola y la cavidad ya no puede permanecer en su sitio. El resultado es una articulación mal ajustada que se vuelve muy dolorosa al mover la extremidad afectada.
El nombre «Legg-Calve-Perthes» deriva de los tres cirujanos ortopédicos que descubrieron la enfermedad en niños a principios del siglo XX.
Síntomas de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes en perros
Los síntomas de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes pueden ser sutiles al principio, pero se harán más evidentes progresivamente a medida que empeore la degeneración.
Síntomas
- Cojera o cojera que empeora gradualmente
- Rigidez en uno o ambos miembros posteriores
- Lamerse o morderse la piel de la zona de la cadera
- Atrofia muscular en la extremidad afectada
- Reclusión, inquietud, letargo, ansiedad o comportamiento agresivo (debido al dolor)
- Dolor al manipular la articulación de la cadera
- Sonidos y sensaciones de chirrido o estallido al manipular la articulación (denominados crepitaciones)
Los signos de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes suelen comenzar con una cojera leve que empeora progresivamente a lo largo de semanas o meses. A medida que la enfermedad progresa, el dolor y la rigidez se harán más notables y se desarrollará una atrofia muscular. Finalmente, el perro dejará de soportar peso alguno sobre la extremidad afectada debido al dolor y la debilidad. El inicio típico de los signos se sitúa entre los cinco y los ocho meses de edad.
¿Qué causa la enfermedad de Legg-Calve-Perthes en los perros?
La enfermedad de Legg-Calve-Perthes es una enfermedad típicamente hereditaria que se cree que está causada por:
- Una falta de riego sanguíneo adecuado en el fémur (hueso del muslo).
La falta de riego sanguíneo provoca la necrosis de la cabeza femoral, lo que conduce a la desintegración gradual del hueso y el cartílago de la articulación de la cadera.
La enfermedad de Legg-Calve-Perthes afecta principalmente a los perros de razas pequeñas. Los Yorkshire Terrier son los más afectados, pero otros tipos de razas de perros pequeños pueden desarrollar la enfermedad. En raras ocasiones, la enfermedad puede ser inducida por una lesión.
Cómo diagnostican los veterinarios la enfermedad de Legg-Calve-Perthes en perros
Pueden aparecer signos similares en perros con otras afecciones ortopédicas, como la displasia de cadera, por lo que un diagnóstico definitivo es fundamental para determinar el tratamiento adecuado. Su veterinario realizará un diagnóstico basándose en el historial, la exploración y las radiografías.
Si su perro presenta un empeoramiento de la cojera o cualquier otro signo de enfermedad, programe una revisión veterinaria. Cuanto antes se realice el diagnóstico, mayores serán las posibilidades de un tratamiento eficaz.
Cómo tratar la enfermedad de Legg-Calve-Perthes en perros
En los casos leves de la enfermedad de Legg-Calve-Perthes, los veterinarios pueden tratarla de forma conservadora con reposo y analgésicos como los antiinflamatorios. La terapia conservadora puede ayudar a controlar la cojera, pero no detendrá la progresión de la enfermedad. Si los signos no progresan, el perro podrá vivir cómodamente durante años. Es importante mantener al perro delgado, ya que el exceso de peso ejercerá demasiada presión sobre la articulación.
En última instancia, la cirugía es el mejor tratamiento para la enfermedad de Legg-Calve-Perthes. Su veterinario realizará una escisión de la cabeza y el cuello femorales. Esto implica la extirpación del hueso que se está desintegrando en la parte de la «bola» de la articulación.
Pronóstico de los perros con enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Tras la cirugía, es necesaria una terapia de rehabilitación para ayudar a reconstruir los músculos que crean una especie de «falsa articulación» donde antes estaba el hueso enfermo. Los perros que presentaron cambios tempranos de la enfermedad o signos leves pueden recuperarse rápidamente. Los perros con atrofia muscular pueden necesitar más tiempo para reconstruir la masa muscular. Afortunadamente, con el tiempo, la mayoría de los perros se recuperan por completo y pasan a llevar una vida normal.
Cómo prevenir la enfermedad de Legg-Calve-Perthes
Aparte de evitar lesiones traumáticas, no hay mucho que pueda hacer para prevenir el desarrollo de la enfermedad en un perro que ya tenga. Sin embargo, puede evitar que su perro sufra los peores síntomas acudiendo al veterinario poco después de que aparezcan los signos.
Es importante no criar a un perro con la enfermedad de Legg-Calve-Perthes para evitar transmitirle el gen. En su lugar, los perros con la enfermedad de Legg-Calve-Perthes deben ser esterilizados o castrados.
Los criadores responsables suelen realizar pruebas en las caderas de las razas caninas predispuestas a la enfermedad de Legg-Calve-Perthes antes de criarlas. Las pruebas pueden realizarse enviando radiografías a la Fundación Ortopédica para los Animales (OFA), donde pueden ser revisadas en busca de signos de LCPD y displasia de cadera.
Si va a comprar un perro de raza pequeña a un criador, pregunte si las caderas de los padres han sido examinadas por un veterinario, idealmente a través de la OFA.
