Meloxicam para perros

El meloxicam es un fármaco común utilizado para tratar el dolor y la inflamación en los perros, pero como la mayoría de los medicamentos recetados, el meloxicam tiene algunos riesgos. Afortunadamente, la mayoría de los perros toleran bien el fármaco y les ayuda a reducir el dolor y la inflamación.

¿Qué es el meloxicam?

El meloxicam es un AINE, o antiinflamatorio no esteroideo, de la clase del oxicam. Es un inhibidor selectivo de la COX-2, lo que significa que no afecta a la COX-1. La ciclooxigenasa, o COX, es una familia de enzimas denominadas isozimas. Tanto la COX-1 como la COX-2 producen prostaglandinas, que son lípidos en las células del organismo que tienen efectos similares a las hormonas y favorecen el dolor y la inflamación. La COX-1 y la COX-2 se encuentran en diferentes células del organismo. Las pruebas demuestran que la inhibición de la COX-2, pero no de la COX-1, puede reducir los efectos secundarios gastrointestinales típicamente asociados a los AINE inhibidores no selectivos de la COX.1

El meloxicam está disponible en comprimidos para uso humano, pero las dosis de esos comprimidos son demasiado altas para su uso en perros (con la posible excepción de las razas de perros gigantes). El meloxicam veterinario suele encontrarse en una suspensión aromatizada con una jeringa oral especial para una dosificación precisa. La suspensión oral está disponible en dos concentraciones: 0,5 mg/mL y 1,5 mg/mL. Es importante que utilice la concentración adecuada para su perro para evitar una sobredosis.

Las marcas comerciales del meloxicam veterinario incluyen Metacam, Meloxidyl y Loxicom. Puede haber disponibles otras formas veterinarias genéricas. Nunca administre a su perro meloxicam humano sin instrucciones específicas de dosificación de su veterinario.

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Usos del meloxicam para perros

El metacam se utiliza a veces para aliviar el dolor y reducir la inflamación asociada a afecciones como la artrosis. A menudo se utiliza para reducir el dolor y la inflamación con el fin de favorecer la curación y la recuperación tras una intervención quirúrgica o una lesión.

El meloxicam suele administrarse a los perros en una dosis diaria de 0,1 mg/kg (0,045 mg por libra). La dosis inicial puede duplicarse a discreción del veterinario.2 Afortunadamente, las soluciones de meloxicam para perros suelen venir con una jeringa para dosificarlas según el peso corporal del perro.

Agite bien la solución y, a continuación, extraiga la dosis correspondiente al peso de su perro (o la dosis que recomiende su veterinario) en la jeringa suministrada. La solución puede introducirse directamente en la boca del perro o añadirse a la comida. Cuando añada meloxicam a la comida o a las golosinas para perros, asegúrese de que su perro se come toda la porción de comida para garantizar una dosis adecuada. Administrar este fármaco con la comida puede disminuir las posibilidades de malestar gastrointestinal.

Efectos secundarios del meloxicam para perros

Los efectos secundarios potenciales del meloxicam son esencialmente los mismos que los de otros AINE.

Signos de efectos negativos del meloxicam en perros

  • Vómitos (posiblemente con sangre)
  • Diarrea (posiblemente con sangre)
  • Disminución del apetito
  • Ulceración y hemorragia gastrointestinal
  • Heces negras y alquitranadas (sangre digerida en las heces)
  • Daño renal
  • Daño hepático
  • Hemorragias prolongadas o inexplicables (coagulación anormal)
  • Problemas del sistema nervioso central (poco frecuentes)

Si se producen efectos secundarios en su perro mientras le administra meloxicam, interrumpa la medicación y póngase en contacto con su veterinario inmediatamente. Lleve inmediatamente a su perro al veterinario si observa hemorragias profusas, letargo extremo, colapso repentino u otros signos graves de enfermedad.

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Consideraciones antes de administrar meloxicam a los perros

Su veterinario podría recomendarle pruebas de laboratorio generales para evaluar las funciones orgánicas y el estado de salud general de su perro antes de recetarle meloxicam. Estas pruebas podrían revelar problemas hepáticos o renales subyacentes que podrían empeorar con el tratamiento con meloxicam.

Algunos medicamentos no deben tomarse al mismo tiempo que el meloxicam. Otros AINE (como la aspirina, el carprofeno, el meloxicam, el deracoxib y otros) deben suspenderse antes de empezar a tomar meloxicam, a menos que su veterinario le recomiende lo contrario. El uso simultáneo de varios AINE aumenta los riesgos de efectos secundarios como vómitos, diarrea, ulceración o hemorragia gastrointestinal, daños hepáticos o renales y hemorragias anormales. Pueden producirse los mismos efectos adversos de los esteroides (como la prednisona y la cortisona) junto con el meloxicam. Si su perro está tomando AINE o esteroides, su veterinario le recomendará un periodo de lavado de hasta una semana antes de empezar a darle meloxicam.

Los perros en tratamiento prolongado con meloxicam necesitarán un seguimiento rutinario. El seguimiento suele incluir análisis de sangre cada tres o seis meses para asegurarse de que no hay daños en los órganos. También es importante que lleve a su perro a las revisiones físicas rutinarias que le recomiende su veterinario. Esto permitirá a su veterinario buscar daños relacionados con el meloxicam, así como afecciones subyacentes que puedan empeorar por el uso continuado de meloxicam.

Hable con su veterinario si cree que el meloxicam no está funcionando bien para aliviar el dolor y la inflamación de su perro. Podría considerar otras opciones de tratamiento.

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  1. Radi, Zaher A. «Fisiopatología de la inhibición de la ciclooxigenasa en modelos animales». Patología Toxicológica, vol. 37, nº 1, 2009, pp. 34-46.

  2. Manual de medicamentos veterinarios de Plumb, 7ª edición. Donald C. Plumb, Pharm.D.

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