El clima frío, el hielo y la nieve presentan problemas especiales para los caballos y sus dueños. Pero los retos planteados por el invierno no son insuperables. Estos son algunos consejos y sugerencias sobre cómo puede asegurarse de que su viaje sea lo más seguro posible, a pesar de los peligros que el invierno puede enfrentarnos.
Proporcionar más agarre
Si planea montar, y el suelo está resbaladizo, pregúntele a su herrador sobre zapatos con almohadillas y masillas para hielo. Las almohadillas especiales prevendrán las bolas de nieve y pueden ayudar a prevenir los hematomas del hielo en sus plantas. Los calces de hielo en los cascos traseros de un caballo pueden causar mucho daño si golpean a otro caballo con estos. Por lo tanto, puede querer calzar los cascos delanteros con calks y dejar las partes traseras al descubierto, pero recortadas. Los cascos sin recortar se astillan con más facilidad en un clima frío, así que no se salte las citas del herrador solo porque es invierno.
Ajustar la carga de trabajo
Al montar en la nieve, recuerde que es un trabajo más difícil para el caballo que viajar en tierra. Planifique su tiempo en la silla y su velocidad en consecuencia. Piensa en cómo es para ti agitarte en la nieve: la nieve profunda puede ser similar para tu caballo.
Ve más despacio
Planee ir a la escuela o al trabajo a un ritmo más lento para que su caballo no sude tanto. El enfriamiento puede llevar mucho más tiempo, y los músculos fríos tardan más en calentarse. Los caballos a veces necesitan tiempo para adaptarse al equilibrio en una arena si están acostumbrados a caminar sobre terreno congelado y desigual, y sus pasos pueden sentirse un poco forzados hasta que aprenden que pueden salir con confianza.
Un caballo mojado puede enfriarse
Planee tiempo extra para refrescarse después de su viaje. No expongas a un caballo sudado en el frío, el viento o la humedad. Haz una manta para que la humedad se escape del abrigo de tu caballo y cámbiala si se humedece. Cuando el caballo está seco para la piel, puede sacarlo.
Mantener los músculos calientes
Si su caballo está acostumbrado a estar en un establo y cubierto, considere usar una «alfombra de cadera» o «sábana» para evitar que sus músculos se enfríen mientras monta. Sin embargo, pruebe la alfombra de la grupa antes de subir, para que su caballo se acostumbre a la sensación que tiene. No querrás que se asuste en la extraña manta sobre sus anchas cuando estás en la silla.
Vestido en capas
Vístase con capas que se puedan quitar fácilmente si se calienta mientras trabaja con su caballo. La tela que absorbe el sudor y se seca rápidamente es la mejor para cualquier actividad deportiva de invierno. Hay una variedad de ropa interior y exterior hecha especialmente para los jinetes. Se pueden usar calentadores para los oídos debajo del casco, o se pueden colocar capuchas sobre el casco.
Use botas de seguridad
Es posible que desee usar botas más cálidas mientras monta en el invierno. Asegúrese de que no sean tan voluminosos como para atascarse en sus estribos. Aún así deben deslizarse fácilmente si se derrama.
Prevenir bolas de nieve
Si se forman bolas de nieve en los cascos mientras conduce, dele una capa de vaselina en la parte inferior de los cascos de su caballo.
Evitar los peligros
Cuando salga, asegúrese de mantenerse alejado de las áreas donde los hoyos, ramas, postes u otros peligros puedan estar ocultos bajo la nieve. Se podrían producir lesiones a usted y a su caballo si el caballo se tropieza o se cae sobre algo escondido debajo de la cubierta de nieve.
Calentar el bit
Un poco de frío helado puede ser incómodo para su caballo. Mantenga las bridas en la casa, caliente la broca con las manos o ponga un paquete de gel tibio (no caliente) alrededor de la broca antes de ponerla en la boca de su caballo.
Traer un bocadillo
Prepare una barra de granola y un frasco de sidra caliente o chocolate para calentarlo después de su viaje. Trabajar duro en un clima frío y seco puede deshidratarse, así que no olvide beber agua o empacar una botella de agua o una bebida deportiva.