Aunque no todos los gatos tienen el impulso de chupar tejidos blandos, como la lana, puede convertirse en una obsesión para otros. Lo más habitual es que este comportamiento se desarrolle en gatitos que se separan de su madre demasiado pronto. También puede convertirse en un hábito en gatos maduros que se sienten ansiosos o estresados y recurren a chupar lana en busca de consuelo.
Aunque puede tratarse de un comportamiento inofensivo, desde luego usted no quiere que su amigo felino se trague la lana, por lo que quizá deba tomar medidas. La buena noticia es que el hecho de que su gato chupe probablemente tenga una explicación, y comprenderla puede conducirle a soluciones que pueden ayudarle.
¿Por qué chupan lana los gatos?
La genética puede desempeñar un papel. La succión de la lana se produce con mayor frecuencia en gatitos que son apartados de su madre antes de que estén completamente destetados. Los gatitos deben permanecer con la gata madre al menos hasta la edad de 8 semanas e idealmente hasta que tengan unas 12 semanas. Aunque deberían superar este comportamiento una vez que se les introduce la comida para gatitos, muchos siguen intentando mamar de la gata madre durante unas semanas más.
Si adopta un gatito de menos de 12 semanas, usted se convierte en la madre sustituta. El pezón de la madre ya no está disponible, por lo que el gatito puede encontrar otros «pezones»: amamantarse chupando el lóbulo de su oreja, por ejemplo. Este sería un paso natural en el desarrollo del gatito.
La lana u otros tejidos similares pueden convertirse fácilmente en la segunda elección del gato por su suave calidez, que también recuerda a la de la gata madre. Algunos gatos pueden intentar mamar de otros gatos o incluso de su propia piel, un hábito comparable al de un niño humano que se chupa el pulgar.
Incluso en el caso de los gatos maduros, la succión de la lana puede convertirse en un problema de comportamiento habitual o en un hábito que aparece y desaparece periódicamente. Otros factores que pueden provocar o ayudar a mantener este comportamiento son:
- Raza: Las razas orientales, como el siamés, han sido identificadas como más propensas a chupar lana y otros tejidos blandos. Se desconoce cómo interviene la genética, salvo que los gatitos siameses requieren más tiempo antes del destete que otras razas de gatos.
- Estrés: Al igual que los niños que se chupan el dedo pueden convertirse en adultos que se muerden las uñas en momentos de estrés, los gatos que parecen haber abandonado el hábito de chupar lana pueden volver a él cuando están ansiosos. Si esto le ocurre a su gato, examine los tipos de cambios en su hogar que podrían haber desencadenado esta respuesta.
- Cambios ambientales: A muchos gatos les estresan los cambios, a veces hasta el punto de volver a viejos comportamientos que pueden ser inducidos por acontecimientos que cambian la vida, como un nuevo bebé o mascota o el traslado a un nuevo hogar. Incluso algo tan simple como reordenar los muebles puede tener un gran impacto en algunos gatos.
- Agresión repentina: Si un gato de su familia se vuelve repentinamente agresivo hacia otro, la víctima puede recurrir a la succión de lana. El gato que chupa puede no ser capaz de enfrentarse al gato agresivo, por lo que en su lugar redirige la agresión o encuentra consuelo en la succión.
- Muerte de un familiar: La muerte de cualquier amigo cercano -ya sea humano, felino o de otro tipo- puede resultar estresante para los gatos. En algunos casos, un gato puede recurrir a su hábito más reconfortante durante su gestación.
Cómo detener la succión de lana
Si su gato nunca ha ingerido nada del material que ha chupado, quizá sólo desee tolerarlo. Dejar que tenga ese poco de consuelo, sobre todo si no es obsesivo ni dañino o sólo ocurre cuando el gato está cerca de usted, puede que no merezca la pena preocuparse.
Por otra parte, la ingestión de tela u otros materiales puede provocar una peligrosa obstrucción abdominal. Las mascotas que chupan lana pueden ser propensas a ingerir otros materiales pequeños, por lo que debe asegurarse de mantener alejados de los gatos objetos pequeños como lazos para el pelo, hilo dental o trozos de cuerda. Si ingieren materiales inapropiados, como una manta, es posible que tengan que someterse a una intervención quirúrgica para extraerlos. Si sospecha que su gato ha ingerido material inapropiado, llame inmediatamente a su veterinario.
Algunas cosas que puede hacer en casa para ayudar a intentar prevenir y distraer a su mascota de la succión de lana incluyen:
- Elimine la tentación: Retire todas las mantas, colchas y prendas de vestir que hayan sido los objetos de succión favoritos de su gato y guárdelas bajo llave. Fuera de su vista, fuera de su mente.
- Proporcione un sustrato alternativo para chupar o masticar: encontrar sustratos alternativos para que su gato juegue o chupe en su lugar, que sean lo suficientemente grandes como para que el gato no los ingiera y que además no sean de lana o tela, puede resultar útil.
- Enriquecimiento ambiental: enriquecer el entorno de su gato puede ser clave. Puede hacerlo de varias maneras. Desarrollar una rutina diaria de actividades atractivas puede ayudar. Sea constante. Para ello, pruebe a darle varios días de comida en forma de rompecabezas o programe juegos interactivos como la persecución con láser, el escondite o el juego con varitas, que pueden desviar su atención el tiempo suficiente para que se le pase el impulso.
- Alivie el estrés: Es importante intentar eliminar o corregir primero la fuente del estrés. Pero si su gato aún parece necesitar mamar, pruebe con una feromona calmante como Feliway.
- Consulta a un veterinario: consulte siempre a su veterinario si le preocupa algún comportamiento de su mascota. Si le preocupa que su gato mame lana, consulte con su veterinario para ver si podría estar indicado un medicamento ansiolítico o antidepresivo.
Puede que se requiera mucho amor, paciencia y ensayo y error creativo para ayudar a su gato a desistir o a reducir su hábito de chupar lana. Tenga en cuenta que si el comportamiento no está causando ningún daño, puede que sólo necesite anteponer el bienestar emocional de su gato y aprender a aceptarlo.
SHINYA SASAKI/Aflo / Getty Images Si sospecha que su mascota está enferma, llame inmediatamente a su veterinario. Para cuestiones relacionadas con la salud, consulte siempre a su veterinario, ya que ellos han examinado a su mascota, conocen su historial sanitario y pueden hacerle las mejores recomendaciones.