Los unicornios no son sólo una moda moderna. A lo largo de la historia, los unicornios han aparecido en muchas mitologías orientales y occidentales. Pero, ¿son reales los unicornios? ¿Existieron alguna vez más allá de la imaginación de la gente? Aunque nunca ha habido pruebas fehacientes, ciertos acontecimientos han contribuido a alimentar el mito de los unicornios.
¿Qué es un unicornio?
Unicornio significa «un cuerno». La mayoría de las veces, un unicornio se representa como una criatura blanca, parecida a un caballo, con un solo cuerno que le sale de la frente. A veces, un unicornio se ve como un ciervo, un burro o una cabra con un solo cuerno. El cuerno suele ser largo y recto, marcado con estrías en espiral a lo largo de su longitud.
Además, se suele representar a los unicornios con pezuñas hendidas como el ganado vacuno, los ciervos o las cabras, lo que no se parece a las pezuñas de un solo dedo de los caballos. Pero a menudo se ve a los unicornios luciendo colores de pelaje similares a los de los caballos, siendo el blanco el color más común.
Supuestamente, los unicornios están dotados de muchas cualidades mágicas. Por ejemplo, se dice que las lágrimas y la sangre de unicornio son curativas y que el cuerno de unicornio en polvo es un antídoto contra el veneno. Además, los unicornios son aparentemente difíciles de atrapar -no a diferencia de algunos caballos a los que no les gusta ser atrapados- y en muchas mitologías sólo las jóvenes doncellas pueden domesticarlos. Son un símbolo de ferocidad, libertad, poder y velocidad, y aparecen en muchos escudos de armas y emblemas.
Los unicornios en la Biblia
Aunque las traducciones más modernas no mencionan a los unicornios, hay nueve referencias a ellos en la versión King James de la Biblia, publicada originalmente en 1611.
La mayoría de los eruditos sospechan que se trata de un error de traducción. Es posible que la palabra «unicornio», que significaba simplemente «animal de un solo cuerno», se refiriera a un rinoceronte. Algunos estudiosos también creen que la palabra hebrea «re’em», que se tradujo como «unicornio», aludía en realidad a un toro salvaje.
He aquí las referencias a los unicornios en la Biblia:
- Números 23:22: «Dios los sacó de Egipto; tiene como la fuerza de un unicornio».
- Números 24:8: «Dios lo sacó de Egipto; tiene como la fuerza de un unicornio; devorará a las naciones sus enemigas, quebrará sus huesos y las atravesará con sus flechas.»
- Job 39:9: «¿Estará dispuesto el unicornio a servirte o a permanecer junto a tu cuna?»
- Job 39:10: «¿Atarás al unicornio con su correa en el surco, o arará los valles en pos de ti?»
- Salmos 29:6: «También los hace saltar como un ternero; al Líbano y a Sirión como un joven unicornio».
- Salmos 92:10: «Pero tú exaltarás mi cuerno como el cuerno de un unicornio; seré ungido con aceite fresco».
- Deuteronomio 33:17: «Su gloria es como el primogénito de su buey, y sus cuernos son como los cuernos de los unicornios; con ellos empujará a los pueblos hasta los confines de la tierra; y son los diez mil de Efraín, y son los mil de Manasés».
- Salmos 22:21: «Sálvame de la boca del león, porque me has escuchado de los cuernos de los unicornios».
- Isaías 34:7: «Y los unicornios descenderán con ellos, y los novillos con los toros; y su tierra se empapará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura.»
Restos fósiles y esqueletos
Mientras que los caballos tienen un extenso registro fósil, no hay fósiles confirmados de unicornios. Pero eso no ha impedido que la gente intente encontrar restos de unicornios.
Uno de los personajes principales del libro Criaturas notables de Tracy Chevalier está basado en la vida de la paleontóloga inglesa Mary Anning. Anning coleccionaba fósiles pero no entendía qué eran las criaturas fosilizadas. Por ejemplo, se pensaba que los fósiles que ahora conocemos como cefalópodos eran serpientes enroscadas. También se encontraron caparazones rectos de cefalópodos y mucha gente pensó que eran cuernos de unicornio.
También se han descubierto varios esqueletos de unicornios, pero todos ellos se han considerado falsos. En la década de 1600, el científico e inventor alemán Otto von Guericke creó un esqueleto falso de unicornio con huesos locales encontrados en una cueva. E incluso se incluyó un boceto basado en el modelo en un libro sobre historia natural escrito en la década de 1700. Se desconoce si la falsificación original se creó por diversión o si el creador pensó que estaba construyendo un unicornio de verdad.
Avistamientos de unicornios
Muchas personas afirman haber visto unicornios en persona. En 1991, el naturalista austriaco Antal Festetics dijo haber visto un unicornio mientras montaba a caballo en las montañas de Harz, aunque no ofreció ninguna prueba del encuentro. Y en 2010, el Centro de Ciencias de Ontario, en Toronto, compartió imágenes de un avistamiento de un unicornio, que más tarde se consideraron un engaño. En la filmación, el paso del unicornio parece un poco de madera al desplazarse, a diferencia del paso fluido de un caballo.
Creación de unicornios
Es posible manipular las yemas de los cuernos del ganado vacuno y caprino -y probablemente también de otros animales con cuernos- para que se retuerzan y creen el aspecto de un unicornio. Del mismo modo, el unicornio de Prato, un ciervo con un solo cuerno en el centro de la cabeza, fue avistado en Italia en 2008. Aunque raras, estas cosas ocurren, quizá dando lugar al mito del unicornio.
Unicornios marinos
Hay un animal que sí tiene su único cuerno con honestidad. El narval -o Monodon monoceros, que significa «ballena de un solo diente»- tiene lo que parece ser un cuerno largo que sobresale de su frente. En realidad, este diente sobresale a través de un hueco en su labio superior. Así que no es realmente un cuerno, y los científicos no tienen del todo claro para qué sirve este colmillo.
