Algunos caracoles, como el caracol misterioso y el caracol nerita que se venden en las tiendas de peces, son bonitos complementos para los acuarios y no se multiplican fácilmente en el acuario, pero los caracoles de estanque, los caracoles cuerno de carnero y los caracoles trompeta pueden reproducirse rápidamente e invadir un acuario con rapidez. Un día mira su acuario y observa un pequeño caracol en el cristal. Parece bastante inofensivo. Una semana después, el caracol tiene media docena de compañeros. Antes de que se dé cuenta, el acuario está plagado de ellos.
¿De dónde han salido? ¿Cómo se multiplicaron tan rápidamente? Y lo que es más importante, ¿qué puede hacer para deshacerse de ellos? Cualquiera que haya librado la batalla de los caracoles sabe que es dura, pero hay cosas que puede hacer para mantenerlos a raya.
¿De dónde vienen?
Cuando instaló su acuario no había caracoles en él, así que ¿de dónde vienen? Los caracoles suelen llegar en las plantas del acuario, ya sea como caracoles crecidos o como paquetes de huevos en la planta. A veces llegan con los peces, tras haber sido recogidos al recogerlos en la tienda y añadidos al acuario con el agua en la bolsa de transporte. Todo lo que se necesita es un caracol extraviado o unos cuantos huevos, y ya tiene una población residente de caracoles en su acuario.
¿Cómo se multiplican?
Quizá lo más asombroso de los caracoles es la facilidad con la que se multiplican, sobre todo cuando al principio sólo había un caracol. Sólo se necesita un caracol, ya que la mayoría de los caracoles no necesitan una pareja para reproducirse. No es necesario encontrar un servicio de búsqueda de pareja para caracoles, el caracol solitario fertiliza sus propios huevos, y voilá, un par de semanas más tarde se convierte en padre soltero.
Además, no es raro que algunas especies de caracoles pasen el día enterrados en el sustrato, saliendo sólo por la noche para buscar comida. Ese simpático caracolito que vio en el cristal probablemente tenga docenas, si no cientos, de hermanos merodeando bajo la grava. Y lo ha adivinado: cada uno de ellos puede tener hijos por sí solo. No es sorprendente que su problema de caracoles pueda salirse de control en muy poco tiempo.
Cómo controlar los caracoles
Aunque el caracol tiene la ventaja de reproducirse rápidamente, y puede esconderse fácilmente, usted todavía puede ganar esta batalla. Todo lo que tiene que hacer es utilizar su superior poder mental. Puede atraer a los caracoles simplemente sujetando una hoja de lechuga al cristal antes de irse a la cama. Por la mañana habrá toda una familia de caracoles dándose un festín con la lechuga, que usted sacará del acuario y eliminará . Así no eliminará todos los caracoles, pero podrá mantener su número bajo control.
Otra opción es poner peces comedores de caracoles en su acuario. Cualquier locha payaso o yo-yo respetable daría su aleta derecha por una cena de caracoles. Hurgarán en la grava, chupando cualquier caracol que encuentren directamente de su concha. Las lochas incluso bucearán bajo el sustrato en su búsqueda de caracoles. Los peces laberinto, como los Bettas y los Gouramis, también comerán caracoles. Sin embargo, no son tan hábiles rastreándolos en la grava.
Existen preparados comerciales, que suelen contener cobre, para añadir a los acuarios con el fin de reducir los caracoles. Debe tener cuidado de utilizarlo en la dosis correcta para no dañar a los peces.
Por último, recuerde la ecuación, menos comida = menos caracoles. Reduzca la cantidad de comida que da a sus peces y no sobrará tanta para los caracoles.
The Spruce / Lisa Fasol
Prevención
La mejor manera de evitar los problemas de caracoles es, en primer lugar, no dejarlos entrar nunca en el acuario. Cuando compre un pez, asegúrese de que nada de lo que hay en la bolsa (incluida el agua) se vierte en el acuario. Si compra plantas vivas, trátelas antes de añadirlas al acuario. Las opciones para remojar las plantas incluyen
- Alumbre: Remoje con un galón de agua y dos cucharadas de alumbre. Remoje las plantas durante dos o tres días, después aclárelas bien antes de plantarlas en el acuario.
- Lejía: Prepare una solución de remojo utilizando un galón de agua y una taza y media de lejía. Ponga las plantas en remojo durante cinco minutos, luego sumérjalas otros cinco minutos en agua corriente con un agente declorante y aclárelas bien. Tenga en cuenta que las plantas frágiles pueden resultar dañadas por las soluciones de lejía. Sin embargo, la lejía es la forma más eficaz de matar caracoles y huevos.
- Permanganato potásico: Prepare una solución de remojo con un galón de agua y media cucharada de permanganato potásico. Remoje durante quince minutos, luego enjuague bien antes de plantar en el tanque.
Recuerde que tener unos cuantos caracoles en su acuario no es necesariamente malo, ya que se alimentan de algas y eliminan la comida que no comen los peces. Mientras los mantenga a raya, pueden jugar a su favor.
