Planta del género Cycad, la palmera sagú (Cycas revoluta) se cultiva a menudo como planta de jardinería exterior en los climas más cálidos. Pero lo que muchos dueños de mascotas quizá no sepan es que este grupo de plantas parecidas a las palmeras es extremadamente tóxico tanto para los perros como para los niños.
Aunque es originaria del sur de Japón, esta planta semitropical que produce tanto semillas como conos está ampliamente disponible como planta de interior en todo Estados Unidos. Debido a su lento ritmo de crecimiento, las plantas de palma sagú suelen aparecer en arreglos de bonsáis, por lo que muchos propietarios de mascotas introducen estas plantas en sus hogares sin darse cuenta de los peligros que entrañan para sus amigos de cuatro patas. La palma sagú también se utiliza comúnmente para paisajismo, exponiendo a los perros a la planta tóxica durante los paseos o en sus propios patios.
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Por qué la palmera sagú es tóxica para los perros
La palmera sagú y todas las demás plantas cícadas son extremadamente venenosas. Estas plantas contienen agentes venenosos cicasina y BMAA. La cicasina es un glucósido cancerígeno que provoca molestias gastrointestinales y daños hepáticos, mientras que el BMAA es un aminoácido neurotóxico.1
Aunque algunos perros pueden encontrar las plantas de cícadas apetecibles y agradables de masticar, las hojas, el tronco, las raíces y las semillas de la palmera sagú son extremadamente tóxicas. Sus hojas brotadas y sus semillas rojizas son especialmente venenosas; de hecho, la ingestión de una sola semilla puede resultar mortal para su mascota. Lamentablemente, la tasa de mortalidad de las mascotas que han ingerido la palmera sagú se estima generalmente en hasta un 50%.
Cómo prevenir la intoxicación por palma sagú
Aunque muchos dueños de mascotas son conscientes de los alimentos tóxicos para los perros (como el chocolate o las uvas), eso no significa necesariamente que conozcan los peligros de ciertas plantas -o las plantas más seguras para cultivar cerca de los perros. Como resultado, los casos de envenenamiento por palma de sagú están aumentando entre perros, gatos e incluso niños. Animales más grandes como caballos, ovejas y ganado vacuno también se han visto afectados porque a veces ingieren accidentalmente la palma de sagú que se ha plantado en jardines decorativos.
Por lo tanto, la mejor prevención para la intoxicación por palma de sagú es no utilizar nunca esta planta en particular en sus arreglos de bonsáis de interior o en su jardinería exterior. Cualquier persona con niños, mascotas o animales de granja debe evitar estas plantas por completo. También puede informarse sobre el aspecto exacto de esta planta para poder advertir a sus vecinos sobre los riesgos del sagú si por casualidad encuentra estas plantas en su vecindario.
Como siempre, es una buena idea llevar a su perro atado durante los paseos, vigilarlo de cerca en el parque y asegurarse de que el recinto de su patio trasero es a prueba de escapes para que no pueda encontrar y comer accidentalmente la palmera sagú o cualquier otra planta potencialmente mortal. No deje que su perro husmee en zonas ajardinadas desconocidas ni ingiera material vegetal durante los paseos.
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Síntomas de la intoxicación por palma sagú en perros
Si su cachorro ha consumido accidentalmente una parte de una palmera sagú, es probable que observe síntomas desde minutos después hasta varias horas después de la ingestión. En algunos casos, los síntomas graves no se desarrollan hasta pasados tres días. Entre los síntomas iniciales de la intoxicación por la planta del sagú se incluyen:
- Vómitos
- Diarrea
- Babeo
- Pérdida de apetito
- Letargo
- Debilidad
- Aumento de la sed y la micción
Dado que la cicasina irrita el tracto gastrointestinal, el babeo, los vómitos y la diarrea suelen ser algunos de los primeros signos de intoxicación. Aunque estos síntomas puedan parecer menores, es casi seguro que la toxicidad progresará a insuficiencia hepática si no se trata. Los síntomas iniciales también pueden progresar hacia otras afecciones más graves que suelen acompañar a la insuficiencia hepática y a la toxicidad del sistema nervioso, como por ejemplo
- Convulsiones
- Hemorragias anormales (por ejemplo: hemorragias nasales)
- Ictericia
- Líquido en el abdomen
- Síntomas neurológicos (depresión, caminar en círculos, parálisis, coma, convulsiones)
- Heces negras y alquitranadas (o sanguinolentas)
- Muerte
Tratamiento de la intoxicación por palma sagú
Si sospecha que su perro ha mordido alguna parte de una planta de palma de sagú, deberá llamar inmediatamente a su veterinario, a una clínica veterinaria de urgencias o al centro de control de envenenamientos para mascotas. Aunque las tasas de supervivencia son sombrías, ya que la palma de sagú es extremadamente venenosa -y no existe antídoto para las toxinas de la palma de sagú, sólo tratamiento de apoyo-, cuanto antes reciba su mascota tratamiento de urgencia, más probabilidades tendrá de sobrevivir. Muchos perros que han recibido tratamiento de urgencia inmediato se han recuperado de la intoxicación por palma de sagú.
No existe ninguna prueba específica para identificar la intoxicación por la planta de sagú, por lo que tendrá que ser capaz de proporcionar a su veterinario información detallada sobre la ingestión de la palma de sagú y los síntomas que ha observado en su perro.
El tratamiento de la intoxicación por palma de sagú gira en torno a la eliminación del veneno del organismo de su mascota lo antes posible. Si se determina que es seguro, su veterinario inducirá el vómito para intentar recuperar la mayor cantidad posible de material vegetal, o puede optar por lavar el estómago de su perro (un procedimiento conocido como lavado gástrico). A continuación, el veterinario puede administrar carbón activado para ayudar a absorber el veneno del interior del tracto gastrointestinal junto con medicación catártica para ayudar a evacuar rápidamente los intestinos.
Las estancias hospitalarias prolongadas son frecuentes tras la ingestión de palma de sagú. Los perros con intoxicación por palma de sagú requieren cuidados de apoyo como líquidos intravenosos, medicamentos contra las náuseas, protectores estomacales y protectores hepáticos como la N-acetilcisteína o la S-adenosilmetionina. Los perros que sufren convulsiones suelen necesitar anticonvulsivos. Los perros que desarrollan insuficiencia hepática pueden necesitar vitamina K o una transfusión de plasma para prevenir o tratar los problemas de hemorragia.
Una vez que su perro haya sido dado de alta, deberá programar visitas de seguimiento para controlar su función hepática mediante análisis de sangre.
Si sospecha que su mascota está enferma, llame inmediatamente a su veterinario. Para cualquier pregunta relacionada con la salud, consulte siempre a su veterinario, ya que ellos han examinado a su mascota, conocen su historial sanitario y pueden hacerle las mejores recomendaciones. Fuentes de los artículos Point Pet sólo utiliza fuentes de alta calidad, incluidos estudios revisados por expertos, para respaldar los hechos de nuestros artículos. Lea nuestro proceso editorial para saber más sobre cómo comprobamos los hechos y mantenemos nuestro contenido preciso, fiable y digno de confianza.
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Lal JJ. Palma sagú. En: Encyclopedia of Food Sciences and Nutrition. Elsevier; 2003:5035-5039.
