Cojera en los gatos

La cojera en los gatos es casi siempre un signo de dolor, pero la causa puede no ser obvia. Existen varias razones por las que un gato puede cojear, muchas de las cuales son lesiones que requieren atención veterinaria, por lo que es importante no dejar que pase sin tratar. A veces, sin embargo, puede ser simplemente necesario extraer una espina o astilla de la pata de su gato. Averigüe más sobre las causas subyacentes de la cojera, cómo se hace un diagnóstico y cómo puede tratarse esta afección.

¿Por qué cojean los gatos?

La cojera es el acto de caminar con una extremidad levantada o rígida. Generalmente es una reacción a una lesión o dolencia que causa dolor al gato y le hace levantar la pata o la pata para eliminar la presión dolorosa de la extremidad. El resultado es una marcha descoordinada y sacudida. Un hueso roto suele ser la primera conclusión a la que llega la gente al evaluar una cojera, pero existen otras varias razones por las que un gato puede cojear.

  • Fractura: Los huesos rotos son muy dolorosos, por lo que los gatos no soportarán peso sobre una pata rota. Los traumatismos, la desnutrición o incluso el cáncer pueden provocar la rotura de huesos.
  • Articulación dislocada: Las articulaciones del hombro y la cadera pueden dislocarse si el gato sufre un traumatismo físico grave, como ser atropellado por un coche o caer desde una superficie elevada.
  • Artritis: Esta afección articular puede ser dolorosa y hacer que el gato cojee.
  • Uña rota o ausente: Las uñas del gato se enroscan y pueden crecer en la almohadilla de la pata en raras ocasiones.
  • Objeto extraño: Espinas, astillas de madera, grapas y otros objetos punzantes pueden alojarse en la pata o los dedos de su gato y causarle dolor.
  • Herida: Las mordeduras, arañazos, cortes, quemaduras y abrasiones de la pata o la pata pueden provocar una herida dolorosa que desencadene la cojera.
  • Ligamento roto: El ligamento de la rodilla de un gato puede romperse y provocar inestabilidad en la articulación.
  • Lesión medular: Los daños nerviosos de una lesión medular pueden provocar la pérdida de movilidad de una extremidad.
  • Coágulo sanguíneo: Un trombo en silla de montar es un tipo específico de coágulo sanguíneo que puede provocar la parálisis de las patas traseras. Es muy repentino, doloroso y potencialmente mortal.
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Los huesos rotos pueden requerir una férula, una escayola o incluso cirugía.

Yelena Shander / Getty Images

Qué hacer si su gato cojea

Para determinar qué curso de acción tomar, necesitará estar seguro de que su gato cojea realmente. La cojera es fácil de reconocer, aunque su causa no lo sea. En un gato, la cojera puede caracterizarse por una marcha inestable o desequilibrada, una pata levantada, hinchazón de la extremidad afectada u otros signos evidentes de lesión.

Dado que existen diversas razones por las que un gato puede cojear, su veterinario deberá comenzar con un examen físico completo. Dependiendo de la pata que su gato esté favoreciendo, se evaluarán los signos de anormalidad en los pies, las patas, las caderas y los hombros.

Si no se observan signos evidentes de herida, quemadura, objeto extraño o uña demasiado grande, se recomendará una radiografía. Las radiografías pueden detectar huesos rotos y articulaciones dislocadas, pero no desgarros de ligamentos, coágulos sanguíneos o lesiones nerviosas.

Para identificar la causa de la cojera puede ser necesario un diagnóstico por imagen más extenso, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada.

Tratamiento de la cojera

La mayoría de las causas de la cojera pueden abordarse y repararse para que el gato pueda reanudar un estilo de vida relativamente normal. Por supuesto, el pronóstico variará en función de cada caso. Los tratamientos para la cojera dependen de la causa y pueden incluir:

  • Pueden prescribirse medicamentos para el dolor, la inflamación y la infección.
  • Las heridas, quemaduras y uñas demasiado grandes pueden limpiarse y suturarse según sea necesario.
  • La cirugía, las férulas, los vendajes o los yesos pueden estar justificados en caso de huesos rotos o articulaciones dislocadas.
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Es probable que se necesite sedación o anestesia para la cirugía, así como para otros procedimientos (extracción de objetos extraños, sutura de heridas).

En ocasiones, también es necesaria la fisioterapia para ayudar al gato a recuperar la movilidad. En raros casos de lesión traumática, puede ser necesario amputar quirúrgicamente la pata de un gato.

Cómo prevenir la cojera

Dado que la mayoría de los casos de cojera en gatos se deben a lesiones, y que los gatos de exterior tienen más probabilidades de lesionarse que los de interior, mantener a su gato dentro de casa es una buena forma de evitar que sufra una cojera.

En casos de artritis o problemas articulares, suplementos como la glucosamina, el sulfato de condroitina y los ácidos grasos omega-3 pueden ayudar a mantener a su gato más móvil y cómodo a medida que envejece. Asimismo, ayudar a su gato a mantener un peso saludable puede prevenir problemas articulares.

Mantener las uñas de su gato recortadas puede evitar que unas uñas demasiado crecidas contribuyan a la cojera.

Si sospecha que su mascota está enferma, llame inmediatamente a su veterinario. Para cuestiones relacionadas con la salud, consulte siempre a su veterinario, ya que él ha examinado a su mascota, conoce su historial sanitario y puede hacerle las mejores recomendaciones.

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