Derrames cerebrales en perros

Los derrames cerebrales son algo que se observa con alarmante regularidad en nuestra población humana anciana. Es la tercera causa de muerte en personas en Estados Unidos. Aunque los perros no sufren derrames cerebrales casi con la misma frecuencia, son algo que los propietarios de perros ancianos y geriátricos deben tener en cuenta .

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¿Qué es un derrame cerebral?

Un derrame cerebral es cualquier pérdida de flujo sanguíneo en una o varias partes del cerebro. Al igual que en las personas, esto puede provocar diversos signos neurológicos. Desde el punto de vista mecánico, hay dos formas distintas de que se produzca un ictus. Los ictus isquémicos se producen cuando los vasos sanguíneos están obstruidos. Esto puede deberse a coágulos sanguíneos, células tumorales, aglomeraciones de plaquetas, bacterias o incluso parásitos. Los ictus hemorrágicos se producen cuando hay hemorragias cerebrales, ya sea por la rotura de vasos sanguíneos o por un trastorno de la coagulación.

Si su perro ha sufrido un ictus, es posible que observe signos similares a los que se observan en las personas.

Signos de derrame cerebral en perros

  • Marcha descoordinada o incapacidad total para caminar
  • Inclinación de la cabeza
  • Movimientos oculares anormales («nistagmo»)
  • Posición anormal de los ojos («estrabismo»)
  • Pérdida del conocimiento
  • Caída o inclinación hacia un lado
  • Ceguera
  • Comportamiento anormal/cambio repentino de comportamiento
  • Menor conciencia del entorno o confusión
  • Andar de un lado a otro o en círculos
  • Pérdida del control de la vejiga o los intestinos

La aparición de los síntomas será rápida y puede durar desde unos minutos hasta horas o incluso días. La manifestación de los síntomas y la gravedad dependerán de la localización de la lesión cerebral. En otras palabras, un ictus en una parte del cerebro puede caracterizarse por síntomas leves y de corta duración, mientras que un ictus en otra parte del cerebro puede caracterizarse por síntomas graves y de larga duración.

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Los derrames cerebrales, aunque no son un diagnóstico habitual de los veterinarios, se ven con mucha más frecuencia en perros geriátricos. Los perros senior que ya padecen un proceso de enfermedad que puede aumentar el riesgo de hemorragia de un perro tienen más riesgo de sufrir un ictus que los perros senior que no padecen esas enfermedades. Enfermedades como las renales, la enfermedad de Cushing, el hipotiroidismo, los cánceres, los trastornos hemorrágicos y las cardiopatías pueden aumentar el riesgo de que su perro sufra un derrame cerebral. No existe una raza de perro específica que corra un riesgo marcado de sufrir un derrame cerebral, pero sí hay razas de perro propensas a los procesos de enfermedad antes mencionados.

Qué hacer si sospecha que su perro sufre un derrame cerebral

Si su perro empieza a mostrar repentinamente alguno de los síntomas mencionados, llévelo al veterinario inmediatamente. Es posible que su veterinario quiera hacerle análisis de sangre y orina, radiografías, un electrocardiograma o una lectura de la tensión arterial para comprobar si padece alguna enfermedad concurrente. Desgraciadamente, dado que un derrame cerebral se produce por definición en los tejidos blandos del cerebro, sólo puede hacerse un diagnóstico definitivo mediante pruebas de imagen especializadas, como una resonancia magnética o un TAC. Aunque éstas están disponibles en medicina veterinaria, el propietario suele tener que acudir a un hospital de referencia para obtenerlas y su coste puede resultar prohibitivo. Si se descubre alguna enfermedad subyacente, se prescribirán medicamentos para controlar mejor esas enfermedades.

Su veterinario también querrá descartar algo llamado enfermedad vestibular idiopática, que se presenta de forma similar pero es una enfermedad totalmente distinta. Idiopática se refiere a que se desconoce la causa exacta de la enfermedad, pero esta enfermedad, también llamada síndrome del perro viejo, afecta al sistema vestibular del oído interno de su perro. Un perro que sufra una enfermedad vestibular desarrollará una inclinación de la cabeza, un andar en círculos y puede que ya no quiera comer su comida. Los síntomas son alarmantemente similares a los de un derrame cerebral, pero la enfermedad vestibular idiopática es mucho más frecuente en perros ancianos que un verdadero derrame cerebral.

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¿Qué puedo hacer por mi perro si sufre un derrame cerebral?

La recuperación depende del tipo de ictus, así como de su gravedad y de la presencia o ausencia de enfermedades subyacentes. Algunos perros pueden empezar a recuperarse en pocas semanas mientras que otros lo harán más lentamente. Además, es posible que algunos perros nunca se recuperen del todo. Por desgracia, algunos perros pueden sufrir un derrame cerebral que resulte mortal.

No existe un tratamiento específico para los derrames cerebrales en perros. Más bien, su veterinario le prescribirá cuidados de apoyo para ayudarles a sentirse más cómodos.

¿Puedo hacer algo para prevenir las apoplejías en mi perro?

Los derrames cerebrales no pueden prevenirse realmente por ningún medio médico. Sin embargo, dado que a menudo se asocian a otras enfermedades, las revisiones rutinarias con su veterinario, incluidos los análisis de sangre, pueden identificar cualquier enfermedad antes de que provoque síntomas clínicos que puedan aumentar el riesgo de que su perro sufra un derrame cerebral. Si tiene un perro de una raza propensa a cosas como la enfermedad de Cushing, enfermedades cardiacas, enfermedades renales, hipotiroidismo, etc., ser consciente de los signos y síntomas de esas enfermedades también puede, a su vez, ayudarle a prevenir potencialmente un ictus en el futuro.

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