Bultos en perros

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  • Tipos comunes
  • Diagnóstico de
  • Tratamiento
  • Prevención

Los bultos en los perros son crecimientos sobre o bajo la piel que pueden variar en aspecto, localización, causas subyacentes y gravedad. Aunque son comunes, puede ser sorprendente descubrir uno en su perro al acariciarlo casualmente o al realizar su rutina habitual de aseo.

Existen varios tipos de bultos y, aunque algunos pueden ser malignos (cancerosos), no todos lo son. Algunos de los más comunes son benignos (no cancerosos) e incluso pueden desaparecer por sí solos sin tratamiento. Conocer las diferencias entre los distintos bultos, cómo examinar a su perro en busca de tumores y qué hacer si encuentra alguno puede ayudar a que su perro reciba la atención veterinaria necesaria para diagnosticarlos y tratarlos lo antes posible.

Esto es lo que debe saber sobre los bultos en los perros.

Tipos comunes de bultos en los perros

Si bien hay muchos tipos diferentes de bultos que se pueden encontrar en los perros, aquí están los más comunes:

Lipomas (bultos de grasa)

Los lipomas son tumores benignos comunes formados por tejido graso.1 Estos tumores grasos son generalmente blandos, a veces delgados, y pueden palparse y moverse bajo la piel del perro. Los lipomas pueden variar de tamaño y, en algunos casos, pueden llegar a ser muy grandes. A menudo se observan en perros mayores, sobre todo en hembras con sobrepeso, y suelen aparecer en el tronco y la parte superior de las patas. Ciertas razas también pueden estar predispuestas a desarrollar lipomas, como los labradores, los schnauzers miniatura, los doberman pinschers y las razas mixtas.2

Aunque los lipomas no son cancerosos ni pueden propagarse, pueden crecer y causar molestias a los perros si no se tratan. Los liposarcomas, por su parte, son tumores malignos pero son poco frecuentes en perros y otros animales de compañía.

Papilomas cutáneos y verrugas

Los papilomas cutáneos son crecimientos carnosos comunes. Suelen parecerse a un crecimiento pedunculado cubierto por una superficie verrugosa. Sus causas pueden ser la fricción, la hiperactividad de las células fibroblásticas y el baño excesivo. Aunque las razas grandes y los perros mayores pueden ser más propensos a desarrollar papilomas cutáneos, éstos pueden aparecer en cualquier raza de cualquier edad.

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Tipos comunes

Diagnóstico de

Tratamiento

Prevención

Los bultos en los perros son crecimientos sobre o bajo la piel que pueden variar en aspecto, localización, causas subyacentes y gravedad. Aunque son comunes, puede ser sorprendente descubrir uno en su perro al acariciarlo casualmente o al realizar su rutina habitual de aseo.

Existen varios tipos de bultos y, aunque algunos pueden ser malignos (cancerosos), no todos lo son. Algunos de los más comunes son benignos (no cancerosos) e incluso pueden desaparecer por sí solos sin tratamiento. Conocer las diferencias entre los distintos bultos, cómo examinar a su perro en busca de tumores y qué hacer si encuentra alguno puede ayudar a que su perro reciba la atención veterinaria necesaria para diagnosticarlos y tratarlos lo antes posible.

Esto es lo que debe saber sobre los bultos en los perros.

Tipos comunes de bultos en los perros

Si bien hay muchos tipos diferentes de bultos que se pueden encontrar en los perros, aquí están los más comunes:

Lipomas (bultos de grasa)

Los lipomas son tumores benignos comunes formados por tejido graso.1 Estos tumores grasos son generalmente blandos, a veces delgados, y pueden palparse y moverse bajo la piel del perro. Los lipomas pueden variar de tamaño y, en algunos casos, pueden llegar a ser muy grandes. A menudo se observan en perros mayores, sobre todo en hembras con sobrepeso, y suelen aparecer en el tronco y la parte superior de las patas. Ciertas razas también pueden estar predispuestas a desarrollar lipomas, como los labradores, los schnauzers miniatura, los doberman pinschers y las razas mixtas.2

  • Aunque los lipomas no son cancerosos ni pueden propagarse, pueden crecer y causar molestias a los perros si no se tratan. Los liposarcomas, por su parte, son tumores malignos pero son poco frecuentes en perros y otros animales de compañía.
  • Papilomas cutáneos y verrugas
  • Los papilomas cutáneos son crecimientos carnosos comunes. Suelen parecerse a un crecimiento pedunculado cubierto por una superficie verrugosa. Sus causas pueden ser la fricción, la hiperactividad de las células fibroblásticas y el baño excesivo. Aunque las razas grandes y los perros mayores pueden ser más propensos a desarrollar papilomas cutáneos, éstos pueden aparecer en cualquier raza de cualquier edad.
  • Las verrugas, o papilomas, también son frecuentes y suelen afectar a perros de dos años o menos. Tienen un aspecto redondeado, abultado y parecido a una coliflor. Diferentes papilomavirus pueden causar estos tumores en perros de todas las edades, afectando a diversas zonas, como la boca, la piel, los pies, los genitales, los párpados o los tejidos. Los perros contraen el virus a través del contacto con un perro infectado o su entorno, como la ropa de cama, los juguetes o los cuencos de comida y agua.3 El virus entra en el organismo a través de cortes, mordeduras o piel húmeda.
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Aunque los papilomas cutáneos y las verrugas pueden parecer alarmantes, ambos suelen ser inofensivos.

Tumores en forma de botón

Un tumor en botón, o histiocitoma, es un crecimiento cutáneo elevado, liso, rojo y sin pelo, que da la apariencia de un botón. Los histiocitomas se originan en las células de Langerhans,4 que se encargan de proteger al organismo de bacterias, hongos o polen. Cuando estas células se vuelven tumorales, producen un crecimiento además de causar inflamación. Pueden aparecer en cualquier parte, pero suelen estar en la cabeza, las orejas, el cuello o las extremidades. A pesar de su aspecto, no son cancerosos ni dolorosos. Los perros adultos jóvenes son más propensos a desarrollar tumores botonianos, así como ciertas razas, entre las que se incluyen los boxers, los Boston terriers, los bulldogs ingleses, los galgos y los terriers escoceses.

Los histiocitomas pueden curarse por sí solos en pocos meses sin tratamiento. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario extirparlos quirúrgicamente o mediante criocirugía, dependiendo del tamaño y la ubicación del tumor.

  • Epiteliomas cornificantes
  • Los epiteliomas cornificantes son tumores benignos que suelen afectar a perros de mediana edad. Estos bultos en capas sobresalen de la superficie de la piel, asemejándose a un cuerno, y otras veces, simplemente quistes cornificados. También conocidas como queratoacantoma y acantoma queratinizante infundibular, estas lesiones se producen probablemente a partir de un folículo piloso, de forma muy parecida a lo que ocurre con el queratoacantoma humano. Los epiteliomas cornificantes pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del perro, pero suelen verse en el lomo, la cola y las patas.
  • El tratamiento se considera opcional si los epiteliomas cornificantes no suponen un problema de incomodidad o infección para el perro. Aunque pueden extirparse quirúrgicamente, existe la posibilidad de que vuelvan a aparecer.
  • Identificación y evaluación de bultos en perros
  • Es importante ser capaz de entender lo que es un bulto y cómo diferenciar entre los diversos tipos y otros tipos de crecimientos. Saber qué buscar puede ser útil, en última instancia, para la salud y el bienestar de su perro.
  • Signos y síntomas
  • Cuando identifique y evalúe bultos en su perro, compruebe si presenta los siguientes signos y síntomas5:
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  • Tipos comunes
  • Diagnóstico de

Tratamiento

Prevención

Los bultos en los perros son crecimientos sobre o bajo la piel que pueden variar en aspecto, localización, causas subyacentes y gravedad. Aunque son comunes, puede ser sorprendente descubrir uno en su perro al acariciarlo casualmente o al realizar su rutina habitual de aseo.

  1. Existen varios tipos de bultos y, aunque algunos pueden ser malignos (cancerosos), no todos lo son. Algunos de los más comunes son benignos (no cancerosos) e incluso pueden desaparecer por sí solos sin tratamiento. Conocer las diferencias entre los distintos bultos, cómo examinar a su perro en busca de tumores y qué hacer si encuentra alguno puede ayudar a que su perro reciba la atención veterinaria necesaria para diagnosticarlos y tratarlos lo antes posible.
  2. Esto es lo que debe saber sobre los bultos en los perros.
  3. Tipos comunes de bultos en los perros
  4. Si bien hay muchos tipos diferentes de bultos que se pueden encontrar en los perros, aquí están los más comunes:
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Lipomas (bultos de grasa)

Los lipomas son tumores benignos comunes formados por tejido graso.1 Estos tumores grasos son generalmente blandos, a veces delgados, y pueden palparse y moverse bajo la piel del perro. Los lipomas pueden variar de tamaño y, en algunos casos, pueden llegar a ser muy grandes. A menudo se observan en perros mayores, sobre todo en hembras con sobrepeso, y suelen aparecer en el tronco y la parte superior de las patas. Ciertas razas también pueden estar predispuestas a desarrollar lipomas, como los labradores, los schnauzers miniatura, los doberman pinschers y las razas mixtas.2

Aunque los lipomas no son cancerosos ni pueden propagarse, pueden crecer y causar molestias a los perros si no se tratan. Los liposarcomas, por su parte, son tumores malignos pero son poco frecuentes en perros y otros animales de compañía.

Papilomas cutáneos y verrugas

Los papilomas cutáneos son crecimientos carnosos comunes. Suelen parecerse a un crecimiento pedunculado cubierto por una superficie verrugosa. Sus causas pueden ser la fricción, la hiperactividad de las células fibroblásticas y el baño excesivo. Aunque las razas grandes y los perros mayores pueden ser más propensos a desarrollar papilomas cutáneos, éstos pueden aparecer en cualquier raza de cualquier edad.

Las verrugas, o papilomas, también son frecuentes y suelen afectar a perros de dos años o menos. Tienen un aspecto redondeado, abultado y parecido a una coliflor. Diferentes papilomavirus pueden causar estos tumores en perros de todas las edades, afectando a diversas zonas, como la boca, la piel, los pies, los genitales, los párpados o los tejidos. Los perros contraen el virus a través del contacto con un perro infectado o su entorno, como la ropa de cama, los juguetes o los cuencos de comida y agua.3 El virus entra en el organismo a través de cortes, mordeduras o piel húmeda.

  • Aunque los papilomas cutáneos y las verrugas pueden parecer alarmantes, ambos suelen ser inofensivos.
  • Tumores en forma de botón
  • Un tumor en botón, o histiocitoma, es un crecimiento cutáneo elevado, liso, rojo y sin pelo, que da la apariencia de un botón. Los histiocitomas se originan en las células de Langerhans,4 que se encargan de proteger al organismo de bacterias, hongos o polen. Cuando estas células se vuelven tumorales, producen un crecimiento además de causar inflamación. Pueden aparecer en cualquier parte, pero suelen estar en la cabeza, las orejas, el cuello o las extremidades. A pesar de su aspecto, no son cancerosos ni dolorosos. Los perros adultos jóvenes son más propensos a desarrollar tumores botonianos, así como ciertas razas, entre las que se incluyen los boxers, los Boston terriers, los bulldogs ingleses, los galgos y los terriers escoceses.

Los histiocitomas pueden curarse por sí solos en pocos meses sin tratamiento. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario extirparlos quirúrgicamente o mediante criocirugía, dependiendo del tamaño y la ubicación del tumor.

Epiteliomas cornificantes

  • Los epiteliomas cornificantes son tumores benignos que suelen afectar a perros de mediana edad. Estos bultos en capas sobresalen de la superficie de la piel, asemejándose a un cuerno, y otras veces, simplemente quistes cornificados. También conocidas como queratoacantoma y acantoma queratinizante infundibular, estas lesiones se producen probablemente a partir de un folículo piloso, de forma muy parecida a lo que ocurre con el queratoacantoma humano. Los epiteliomas cornificantes pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo del perro, pero suelen verse en el lomo, la cola y las patas.
  • El tratamiento se considera opcional si los epiteliomas cornificantes no suponen un problema de incomodidad o infección para el perro. Aunque pueden extirparse quirúrgicamente, existe la posibilidad de que vuelvan a aparecer.
  • Identificación y evaluación de bultos en perros
  • Es importante ser capaz de entender lo que es un bulto y cómo diferenciar entre los diversos tipos y otros tipos de crecimientos. Saber qué buscar puede ser útil, en última instancia, para la salud y el bienestar de su perro.
  • Signos y síntomas
  • Cuando identifique y evalúe bultos en su perro, compruebe si presenta los siguientes signos y síntomas5:
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Sangrado por la boca, la nariz u otros orificios corporales.

Bultos, protuberancias o decoloración de la piel

Hinchazón, calor, dolor o cojera inexplicables

Masa o tumor visible

  • Si observa cualquier bulto inusual que se haya desarrollado, haga fotos y anote su ubicación, tamaño y firmeza, y consulte con un veterinario sin demora.
  • Cuándo preocuparse
  • Dado que los bultos y protuberancias pueden ser benignos o malignos, es fundamental saber qué signos justifican la ayuda veterinaria inmediata.

Los signos de una enfermedad potencialmente cancerosa o grave pueden ser los siguientes

  • Hinchazón anormal que persiste o sigue creciendo
  • Sangrado o secreción por cualquier orificio corporal
  • Disminución del apetito
  • Dificultad para comer o tragar
  • Dificultad para respirar, defecar u orinar
  • Vacilación o incapacidad para hacer ejercicio

Cojera o rigidez

Olor fétido

Llagas que no cicatrizan

Pérdida de peso

Técnicas de autoexamen

Realizar con regularidad en casa un examen completo de la cabeza a la cola de su perro es una forma estupenda de mantener al día su bienestar general y detectar a tiempo cualquier cosa inusual.

A continuación le indicamos paso a paso cómo examinar a su perro en busca de bultos6:

Pase las manos con firmeza, pero con suavidad, por todo el cuerpo del perro, desde la parte superior de la cabeza hasta el final de la cola. Asegúrese de palpar en busca de bultos en zonas que pueden pasar desapercibidas, como las axilas, la parte superior de las patas, entre los dedos, alrededor de la ingle y detrás de las orejas.

Palpe el pelo de su perro, no sólo el pelaje.

Si nota un bulto o protuberancia, compruebe si su perro reacciona al tocarlo para indicar algún signo de dolor o malestar.

  1. Fíjate en el tamaño, la forma, la firmeza y la textura del bulto, su ubicación y cualquier otro signo que lo acompañe.

  2. Notar un bulto en su perro es estresante para cualquier padre de mascotas. Aunque puede resultar tentador intentar diagnosticarlo y tratarlo uno mismo, siempre es mejor consultar de inmediato a un profesional veterinario para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

  3. Tratamiento y manejo de los bultos en los perros

  4. El tratamiento de los bultos dependerá de su tipo, tamaño y localización, de si plantean problemas a su perro y de si son benignos o malignos. Debido al riesgo de que ciertos bultos puedan ser cancerosos, es mejor adoptar un enfoque proactivo para el tratamiento de su perro.

  5. Evaluación veterinaria y diagnóstico

  6. En este artículo Ampliar

  7. Tipos comunes

  8. Diagnóstico de

  9. Tratamiento

  10. Prevención

  11. Los bultos en los perros son crecimientos sobre o bajo la piel que pueden variar en aspecto, localización, causas subyacentes y gravedad. Aunque son comunes, puede ser sorprendente descubrir uno en su perro al acariciarlo casualmente o al realizar su rutina habitual de aseo.

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