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Ciproheptadina para gatos

La ciproheptadina es un fármaco que tiene muchos usos, pero a menudo se prescribe a los gatos por el efecto secundario de estimulación del apetito que provoca. Este efecto secundario puede ayudar a evitar que se produzcan más problemas en los gatos que se niegan a comer, pero su gato también puede tomar este medicamento por otras razones.

Saber por qué puede recomendarse la ciproheptadina puede ayudarle a proporcionar un mejor nivel de cuidados a su gato, así como a comprender para qué se le está tratando.

¿Qué hace la ciproheptadina para gatos?

La ciproheptadina es un medicamento genérico de venta con receta que recibe muchos nombres comerciales, como Ciplactin®, Cyheptine®, Cyprogin®, Cyprono®, Cyprosian®, Klarivitina®, Nuran®, Periactine®, Periactinol®, Periatin®, Peritol®, Polytab®, Practin®, Preptin®, Supersan® y Trimetabol®. Puede presentarse en forma de jarabe de 0,4 mg/mL o en comprimidos orales de 4 mg. Suele recomendarse su administración durante al menos dos o tres días antes de que se alcancen los efectos completos.

La ciproheptadina es un antihistamínico, muy parecido a la cetirizina o la loratadina, que actúa bloqueando un receptor de histamina del organismo llamado H1. Al bloquear este receptor de histamina, la ciproheptadina ayuda a suprimir la inflamación en el organismo y, por consiguiente, la necesidad de picar.

Al mismo tiempo, la ciproheptadina también obstruye un neurotransmisor llamado serotonina al bloquear el subtipo de receptor 5HT2. Cuando disminuye la serotonina, el organismo cree que tiene hambre y envía una señal al gato para que empiece a comer.

Como muchos medicamentos, este fármaco se metaboliza en el organismo a través del hígado y se excretará por los riñones y, finalmente, por la orina.

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Enfermedades que la ciproheptadina puede tratar en los gatos

La ciproheptadina se utiliza con mayor frecuencia en gatos como estimulante del apetito. Si los gatos están enfermos, estresados, hospitalizados o incómodos, a menudo se niegan a comer. Esto puede ser un problema potencialmente mortal y hace que el gato corra el riesgo de desarrollar una enfermedad del hígado graso y no reciba la nutrición que necesita para curarse. La ciproheptadina suele administrarse a estos gatos para incitarles a querer comer y disminuir así la probabilidad de que se desarrollen estas otras complicaciones.

Otras enfermedades para cuyo tratamiento puede utilizarse la ciproheptadina en gatos son el picor y la inflamación asociados a las alergias, las toxicidades, el rociado inapropiado de orina en la casa, el asma y el síndrome de la serotonina. En perros y caballos, puede utilizarse para tratar otras afecciones.

Efectos secundarios del uso de la ciproheptadina

En general, la ciproheptadina se considera segura y puede administrarse con o sin alimentos, pero ocasionalmente puede tener efectos secundarios no deseados. Estos efectos secundarios pueden incluir

  • Sedación
  • Retención de orina o dificultad para orinar
  • Aumento de la presión ocular en gatos predispuestos al glaucoma
  • Boca seca
  • Aumento de la frecuencia cardiaca
  • Aumento de la temperatura corporal
  • Excitación
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Disminución del apetito debido a los vómitos o la diarrea

Si un gato consume demasiada ciproheptadina, pueden producirse convulsiones, somnolencia, sequedad extrema de boca y excitación. Debe ponerse en contacto con su veterinario si cree que su gato está experimentando algún efecto secundario de este medicamento.

Consideraciones antes de utilizar la ciproheptadina en gatos

La ciproheptadina no es un buen estimulante del apetito para todos los gatos. Algunos gatos que están tomando otros medicamentos o tienen afecciones específicas no deberían tomar este fármaco. Si un gato está tomando un sedante, los efectos de sedación pueden ser mayores cuando se administra ciproheptadina y puede interferir con medicamentos que pueden ayudar con la ansiedad, como la fluoxetina.

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La ciproheptadina también puede disminuir la eficacia de algunos analgésicos, como el tramadol, y no debe administrarse a reinas lactantes, ya que puede interferir en su producción de leche. Los gatos con riesgo de desarrollar glaucoma o que lo padezcan también deben evitar tomar ciproheptadina.

Por último, no debe administrarse ciproheptadina a los gatos que se estén recuperando de una obstrucción urinaria o que la hayan sufrido recientemente, a los que se les haya diagnosticado un trastorno convulsivo o a los que padezcan insuficiencia cardiaca.

Almacenamiento de la ciproheptadina

La forma en comprimidos de este medicamento debe conservarse a temperatura ambiente y al abrigo de la luz. Si recibe este medicamento del veterinario de su gato, suelen utilizarse viales especiales de pastillas coloreadas. La ciproheptadina debe conservarse en estos viales o en el envase original del fabricante para garantizar que la estabilidad del producto no se vea afectada negativamente. Las formas en jarabe pueden refrigerarse, pero a menudo también pueden conservarse a temperatura ambiente.

Si sospecha que su gato está enfermo, llame inmediatamente a su veterinario. Para cuestiones relacionadas con la salud, consulte siempre a su veterinario, ya que él ha examinado a su gato, conoce su historial sanitario y puede hacerle las mejores recomendaciones.

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